Seguro que has buscado información sobre tarimas laminadas y te has encontrado con una clasificación que viene acompañada de las letras AC más un número, por ejemplo, AC5.
Estas siglas hacen referencia al test de abrasión a las que se someten las tarimas para ser clasificadas. De hecho, AC viene del término inglés Abrassion Class. Así es como se clasifican según su nivel de durabilidad y resistencia. Siendo una durabilidad mas baja AC2 frente AC6, por ejemplo.
Sabiendo estos datos, vamos a enumerar las características que encontramos en una tarima laminada AC5.
La prueba de durabilidad consiste en pasar por la tarima una máquina lijadora con rodillo hasta que su superficie empieza a dañarse. Según las vueltas que ese rodillo dé, determinará el número en la escala. Bien, pues la AC5 es capaz de aguantar, aproximadamente, más de 6500 vueltas.
¿Esto que quiere decir y como se traduce? Es una maravillosa tarima laminada que aguanta mucho tránsito por su resistencia y durabilidad. Casas concurridas, sitios de mucho tránsito como lugares de ocio, por ejemplo, u hogares donde haya mascotas.
Esto hace, irremediablemente, que tu suelo de tarima sea mucho más longevo, pero no quiere decir que descuides su cuidado o su trato, sigue corriendo el riesgo de sufrir golpes o manchas.
¿Y qué pasa con la humedad? Muchas tarimas AC5 son resisten al agua gracias a su tratamiento hidrófugo. Para esto también deberíamos conocer la clasificación de la tarima en la escala IC (criterio de impacto). Siguiendo este criterio, una tarima AC5 de clase 31 ofrecerá menos resistencia que una tarima AC5 clase 33, prestando ésta más durabilidad frente a la humedad.
Las tarimas que aguantan más la humedad son aquellas con una alta densidad, a parte de una clasificación alta en la escala de criterio de abrasión.