Ya sea parquet o tarima flotante, ambas opciones son muy tentadoras a la hora de elegir la superficie y el tipo de pavimento adecuado para tu casa. Destilan calidez al ambiente y aportan estilo a la decoración además de su enorme funcionalidad para nuestro día a día. A continuación os mostramos cuál elegir y cuales son sus principales diferencias.
Instalación
El parquet es un pavimento de madera natural, este se configura por una serie de tablillas que se disponen pegadas directamente al suelo base. Esta disposición puede conformarse en el suelo en forma de dibujos geométricos o longitudinal lo que aporta una característica decorativa
Para su optimización, el parquet se ultimará acuchillándolo y barnizaándolo, a su vez, estas labores se deben repetir a lo largo de la vida del suelo para mantener su impecabilidad.
En cuanto a la tarima flotante, esta se instala sin clavar ni pegar al suelo base. No requiere de elementos auxiliares como cola o herrajes, es por ello el suelo más fáci ly rápido de coocar. Para amortiguar y aislar las irregularidades de la solera, se coloca entre la tarima y el suelo una capa de aislante lo que permite a la tarima, «flotar» y de ahí obtenemos el origen de su famoso nombre.
La tarima flotante hace referencia a un pavimento que va instalado sin clavar ni pegar al suelo base. No necesita de elementos auxiliares como cola o herrajes, de ahí su fama de suelo fácil y rápido de colocar. Entre la propia tarima y el suelo original se coloca una capa de aislante que, además de aislar, ayudará a amortiguar las irregularidades de la solera. En definitiva, la tarima no está en contacto directo con el suelo, de ahí el término ‘tarima flotante’.
Madera
Cuando hablamos de parqué siempre nos referimos a un pavimento en madera maciza natural de unos 10 mm de espesor y habitualmente de roble, pino o jatoba. Sin embargo, si nos referimos a una tarima flotante de madera hablamos de lamas multicapa de 14 mm de espesor, de los cuales únicamente la capa de uso es de madera natural, es decir, los 3 o 4 mm superiores correspondientes a la superficie que vemos y pisamos de la tarima.
Las tarimas flotantes sintéticas, también conocidas como suelos laminados, son pavimentos formados por lamas de habitualmente 8 mm de espesor que simulan la madera pero fabricadas con resinas de gran calidad.
Este tipo de tarimas flotantes se han convertido en una de las opciones más elegidas para el hogar por la multitud de calidades según su resistencia a la abrasión, su fácil instalación y sencillo mantenimiento, la buena relación calidad-precio y una gran diversidad de diseños y acabados que darán rienda suelta a tus ideas de decoración.